Diría que esto se debe principalmente a la fricción entre mi pelo y mi almohada, por todas las vueltas que doy durante la noche, porque mi sueño es incómodo, perturbador y muy frustrante.
Ahora que lo pienso, es posible que padezca este síndrome de las piernas inquietas, ya que tengo una incontenible imperiosa de mover las piernas constantemente, lo que también puede hacer que dé vueltas en la cama con frecuencia.
Ah, por no hablar de mi increíble falta de voluntad para coger el cepillo y peinarme.... Es ridículo, ¿verdad?